domingo, 30 de junio de 2013

Carrera Norte contra Sur


Dado que la crónica que voy a escribir va a ser larga, intentaré resumirla en una frase: nunca lo había pasado tan mal corriendo. Suena exagerado pero es la verdad. Varias veces pensé en retirarme o hacer el recorrido andando porque ya no podía más. Lo más increíble de todo es que batí mi mejor marca personal. ¡Inexplicable!

Días previos

En principio, ésta era la carrera en la que iba a correr con Miguel y con Luis. Luis se cayó de la lista a última hora porque, según él, no iba a estar preparado para correrla. Miguel sí que mantenía su deseo de participar aunque decía que estaba desmotivado con tanto cambio de fecha. A mí me han venido bien los dos retrasos para que se me curara algo la lesión pero lo cierto es que nos ha perjudicado que se celebrará tan tarde porque hizo bastante más calor que el 2 de junio.

La semana de la carrera intenté no forzar demasiado pero por otra parte tenía ganas de hacer kilómetros. Llegué incluso a correr 7 km el jueves, cosa que nunca había hecho en una carrera, ya que normalmente me tomo el miércoles como último día de entrenamiento. Además, el sábado, el día antes de la carrera, estuve andando una hora para comprobar que la pierna estaba más o menos bien. Seguía sin estar al 100%, pero al menos no me dolía. No sé por qué estaba nervioso. Más que nervioso, lo que tenía ganas es de que la carrera fuera ya mismo. Quería quitármela de encima para poder descansar de correr y así curarme mejor la lesión.

Cuando fui a recoger el dorsal había un poco de cola, se ve que unos cuantos fuimos al salir del trabajo. La bolsa del corredor traía bastantes cosas que no tengo del todo claro que sean útiles, como el puré o el caldo, También había mucha publicidad. Una cosa realmente útil fue la muestra del gel frío Ice Power, algo que comentaré después.

No sé si yo tuve mala suerte pero mi camiseta olía a sudor (y no era el mío). Esto me di cuenta el sábado, en casa, cuando fui a poner el dorsal. Aparte de eso, el cuello era un poco ancho. No llegaba al extremo de escote 'palabra de honor', pero me parecía grande. Curiosamente, Miguel tenía la misma talla que yo (la M) y él tenía el cuello bien. Y me fijé en la camiseta de más corredores y me da que me dieron una camiseta usada, pero bueno, tampoco quiero sonar demasiado quejica.


No tenía pensado correr con la camiseta del Norte porque me parecía demasiado oscura para el calor que iba a hacer, así que decidí llevar la camiseta blanca de la Carrera del Agua. No me gusta hacer este tipo de cosas porque pienso que lo suyo es llevar la camiseta que te da la organización, y más en ésta, que hay 2 equipos diferenciados por su camiseta, pero no me daba tiempo a lavar la camiseta antes de la carrera.


La Carrera

Quedé con Miguel en Plaza de Castilla más o menos media hora antes de la carrera. Ya nos habíamos visto el viernes en la recogida del dorsal y le notaba bastante animado. Su objetivo era bajar de la hora, y yo estaba convencido de que lo conseguiría. Temperatura alta para la hora que era, unos 20º, y mucho ambiente de carrera. A ojo ya voy viendo que hay algo más de gente que en la Carrera del Agua, así que le digo a Miguel que nos pongamos ya en la salida porque luego se llena y hay más follón. Hasta unos minutos antes del pistoletazo de salida no me había dado cuenta de que había 2 arcos de salida, el de la izquierda para el Sur, y el de la derecha para el Norte. Me fijo en los globos de las liebres y observo que, al estar pintados con rotulador, cuesta un poco ver la cifra en ellos. En cualquier caso, prefiero no pensar en la marca e intentar ir al ritmo en el que me vaya sintiendo bien.


Perfil real de la carrera

Cuando se inicia la carrera, veo que Miguel me intenta seguir. En los primeros metros, me siento bien y sin dolores, así que intento coger el ritmo al que voy siempre. Miguel cree que iba por debajo de 5 minutos por kilómetro, pero de estas cosas yo no sé. Había visto delante, a unos 100 ó 200 metros el globo de 45, y a la velocidad a la que iba, más o menos mantenía la misma distancia. Obviamente, no pensaba en adelantarlo, ni siquiera en acercarme a él, pero era una buena referencia para continuar así la carrera. 

Tuve algún problema en ese primer kilómetro. Sufrí algunos frenazos por encontrarme a gente que iba muy lenta, algo que hasta cierto punto es normal porque no había cajones de salida, y no todo el mundo sabe donde debe colocarse. No olvidemos que esto es una carrera popular y que, salvo la élite, ninguno vamos a competir. Por eso suelo ser bastante comprensivo porque sé que no lo hacen adrede. Lo que me pareció una jugada muy sucia es que un impresentable me dio un codazo intencionado en la isleta de la Plaza de la Madre Molas, (donde se le cayó el móvil a un corredor en la Carrera del Agua). Vio que le iba a pasar por la derecha, ni siquiera le estaba estorbando, y no sólo me intentó empujar con el brazo primero sino que me dio un codazo después. Una pena que no me volviera para ver su dorsal porque le habría puesto en esta crónica con nombre y apellidos. No puedo entender que haya gente que haga este tipo de cosas.

Intentando olvidar este incidente, veo que se me está despegando el dorsal, y en una ráfaga de viento, al pasar por el primer kilómetro, casi se me vuela, así que me lo arranco y lo llevo en la mano durante el resto de la carrera. Sí, fui tan pardillo de volver a usar el esparadrapo para el dorsal, jeje. De todas formas, en la próxima carrera seguramente lleve unos imanes de fix points o me decida finalmente por los imperdibles. En el fondo no es tan incómodo correr con el dorsal en la mano, al poco rato te olvidas.

Durante la carrera tuve más de un despiste. Al llegar a la Calle de los Caídos de la División Azul pensaba que ya estaba en Pío XII y, cuando torcimos para Pio XII de verdad, creía que estábamos torciendo para Alberto Alcocer y no entendía el cambio de recorrido, jejeje. Es lo que tiene vivir en Madrid y no conocerse sus calles :P Al subir las cuestas de Pío XII y pasar por la Plaza de Perú, ya me di cuenta de que estábamos haciendo el recorrido correcto.

Al meternos en la calle Serrano el sol empieza a pegar fuerte y la gente se pone a buscar las sombras desesperadamente, aunque eso suponga dar unos pasos de más. Yo les imito porque se nota la diferencia de temperatura. Esta parte de Serrano hay bastante subidas y bajadas cortas no muy pronunciadas pero no las noto porque ando pendiente de no perder de vista el globo de 45. Quizás estaba apretando mucho pero lo hacía de forma inconsciente. Aún así, en las bajadas si que me frenaba un poco para no volver a lesionarme.

Poco después de pasar por República Argentina, estaba el avituallamiento. Ya tenía mucho calor por entonces así que no dudo en coger la botella de agua. Es la vez que más agua he bebido en una carrera, encima sin parar de correr, aunque aminorando un poco. El resto me la eché en la cabeza. Lo malo es que las zapatillas resbalan bastante con el agua, algo que yo no sabía. Un poco de tiempo sí que debí perder ahí porque me había alejado del globo de 45. En la bajada recupero la distancia perdida con respecto a él pero no quiero ir a tope porque me acuerdo de la brusca subida que hay a la altura de Diego de León.

A partir de ahí empiezan mis dudas hasta el final de la carrera. Me quedaban 4,5 kilómetros pero me notaba tremendamente cansado y con mucho calor. Tanto era así que me planteaba, no solo reducir la velocidad, sino pararme y andar. E incluso pensé en abandonar por ir tan justo de fuerzas. Lo bueno es que no tenía ningún dolor en la pierna, aunque en caliente es difícil sentir dolores. Noto que ya me empieza a costar la subida a la altura de Diego de León pero, como inmediatamente después hay una bajada, me da tiempo a recuperarme rápido. Aún tenía un margen de recuperación antes de llegar al puente de Eduardo Dato.

En Eduardo Dato me pasa algo inesperado. Al bajarlo no voy bien. De hecho, me adelanta gente, pero en la subida de vuelta voy bastante mejor. En la bajada había reducido la velocidad, dejando que el globo de 45 se fuera un poco más. Mi objetivo no era hacer marca y no estaba dispuesto a sufrir por ello. En la vuelta vi que el globo de 50 estaba más o menos al principio del puente bajando, así que me animó un poco ya que lo tenía controlado y no estaba tan cerca de mí como pensaba. Bien, con esto, puedo hacer en torno a los 47' ó 48'... pero Oscar, ¿no habías dicho que no tenías pensado hacer marca? ¡déjate de tonterías y confórmate con acabar la carrera! Sí, sí tienes razón pero... Por cierto, al final Eduardo Dato se hacía hasta la plaza de Rubén Darío sin dar la vuelta.

El resto de la carrera lo voy aguantando como puedo. Empiezo a recordar una cosa que me pasaba en los entrenamientos. Siempre me decía a mi mismo "venga Oscar, hasta aquí. Ya es suficiente, no hagas más", y siempre hacía algún kilómetro más. No me gusta autohalagarme pero es cierto que suelo tener capacidad de sufrimiento. Quiero decir, que sé sufrir, y sé aguantar ese sufrimiento. Lo que me quedaba de carrera siempre iba pensando "venga Oscar, un poquito más" varias veces. La parte final de Serrano hasta la Puerta de Alcalá se me hizo un poco larga. Me pasó también en la Rock'n'Roll Madrid. Creo que es porque llega un momento en que, después de estar todo el tiempo bajando por Serrano, esa parte, que es un llano, parece una subida.

Al llegar a la Puerta de Alcalá me vuelve a pasar lo mismo que en Eduardo Dato. Mis piernas agradecen la bajada hasta Cibeles, pero nuevamente me noto mejor subiendo de nuevo hasta Alcalá. De todas formas, aquí sí que ya voy al límite. No es muy largo y se hace bien y me anima ver que voy adelantando a algún corredor. Ya sólo queda poco más de un kilómetro que, aunque sea en bajada por Alfonso XII, se me hace eterno. Otra vez vuelvo a pensar en pararme y andar pero sé que va a ser peor. Si me paro no seré capaz de volver a correr, no al menos sin sentirme cómodo. Y tampoco iré al mismo ritmo. Sólo pienso en aguantar y en que ya no me queda nada para la meta.

En contra de lo que pensaba la meta no está en esa misma calle, en Alfonso XII, sino torciendo por Claudio Moyano. Ya veo incluso la pancarta y hasta me da por esprintar (¿pero qué haces, loco?). Al torcer veo que la pancarta real de la meta está 100 metros más adelante y me siento como un pardillo, jajaja. Pienso que es el último esfuerzo, esta vez de verdad, y vuelvo a intentar ir rápido aunque sin esprintar. Una vez pasada la meta intento pasar por encima de las tres alfombrillas por si acaso, y ni siquiera me preocupo por el tiempo. Sólo después, cuando voy a recoger el avituallamiento de la llegada, me vuelvo pero no veo ningún marcador en la parte de arriba de la pancarta. Estaba en un lateral pero con tanta gente era imposible verlo.

Recojo el agua y gel de melocotón y me siento en un jardín que veo por ahí cerca. Hasta me quito las zapatillas del calor que tenía. Estaba completamente empapado en sudor. Mientras me recupero pienso que la carrera no era tan fácil como la pintaban, no sé si por el perfil o por el calor. Intento hablar con Miguel por teléfono pero no hay manera. Además, como se expresa tan mal por whatsapp, (algo con lo que hemos bromeado con él más de una vez), le entendí que se había retirado de la carrera. A pesar de lo cortado que soy, me pongo a hablar con la gente que estaba descansando también allí e intercambiamos impresiones. Luego ya conseguí hablar con Miguel y nos fuimos a tomar el segundo desayuno por la zona.




Ya en casa, sobre las 13:30, estaban los resultados en la web. Me sorprendió mucho ver que había terminado la carrera con los siguientes tiempos: Oficial: 46' 07'', Real: 45' 33''. Ni en el mejor de los casos habría pensado en bajar los tiempos de la Carrera del Agua. Después de todo lo que sufrí en la carrera pensaba que lo había hecho peor. Me sentí como cuando haces un examen y no sabes si vas a aprobar y luego sacas un notable. Algo parecido, jeje. Miguel también bajó de la hora, que era su objetivo, y terminó en 58 minutos. Respecto a lo de los equipos, ganó el Sur, como siempre. Y, como siempre, el Norte tuvo más participantes




Reflexiones

Por un lado estoy contento por los tiempos, pero por otra parte no me gusta llegar a estos límites, y más cuando me había propuesto tomarme las carreras populares de otra manera para evitar lesiones. Supongo que es más fácil decirlo que hacerlo. Al principio iba con la idea de no forzar. Tampoco es que durante la carrera forzase, salvo en el sprint en la falsa meta, jeje. Me resulta difícil correr a un ritmo menor al que realmente puedo ir. Durante la carrera sufrí como nunca porque a lo mejor iba por encima de mis posibilidades y no me estaba dando cuenta. Suena a excusa pero yo achaco el cansancio final al calor que hubo más que a cualquier otro factor.

Lo que me hace estar más contento de todo es que, después de la lesión, y sin estar 100% recuperado, aguanté bien la carrera. Ahora, una semana después, tengo aún algún leve dolor, pero está claro que se está terminando de curar. Lo que ya sé seguro es que no era periostitis, sino una lesión muscular en el sóleo. Cuando hago los estiramientos específicos para este músculo noto mucho el alivio después de hacerlos. También me ha venido bien el gel frío Ice Power que daban de muestra en la bolsa del corredor. Tanto es así, que me he comprado un tubo y, sin abusar de él y usándolo sólo cuando lo necesito, va genial.

Lo de batir mi mejor marca personal me hace ilusión porque lo he conseguido a pesar de todas las adversidades: lesión, falta de entrenamientos, calor. No lo pongo como excusa y no pienso, como hace mucha gente, que sin estos problemas habría hecho mejor tiempo. Eso nunca se sabe. Estoy contento por cómo han salido las cosas. Dos semanas antes de la carrera no tenía claro si iba a poder participar. Desde luego no me puedo quejar ;)

De cara a los objetivos futuros hay algún que otro cambio. Cuando fui a recoger la bolsa del corredor de la Carrera Norte contra Sur, anulé mi inscripción para la carrera Korregato. Podría dar mil excusas pero la razón principal es que he visto muchas cosas cutres en la organización de esta carrera (Weekend Warriors), como el precio excesivo de las inscripciones y el movimiento de fechas, y he decidido no correrla. Para mí, el colmo ha sido con el Bicho Race: 12€ por una carrera de 5km en Casa de Campo, que no tienen ni que cortar la circulación de los coches. Luis sigue apuntado a la Korregato, así que lo que me he planteado es correrla con él sin dorsal (algo que no me gusta), o correr con su dorsal si finalmente él no la corre (lo cual no descarto)


De momento, descarto la Korregato

Hace unos días, el 7 de Junio, me inscribí a la carrera de Madrid corre por Madrid. También es otra razón por la que me he borrado de la Korregato, para no hacer demasiadas carreras seguidas. Además, entre una carrera y otra no hay color, siendo la de Madrid corre por Madrid mucho más bonita por su recorrido. Sé que está muy masificada, (máximo de 10000 inscripciones), y que tiene un perfil duro (sobre todo la parte final), pero esta carrera sí que me la tomaré con más calma. Además, estos dos meses, Julio y Agosto, quiero descansar de correr, y ponerme más con la bici o con natación, o simplemente descansar de todo, aunque sólo sea por un par de semanas.

jueves, 20 de junio de 2013

Recorrido de la Carrera Norte contra Sur

Esta tarde, al estar bastante mejor de mi lesión, me he animado a hacer andando el recorrido de la Carrera Norte contra Sur. La primera impresión es que es una carrera fácil, pero ¡ojo! no me parece más fácil que la San Silvestre. Para explicarlo mejor, voy a poner la altimetría que hice con el Google Earth


Los 3 primeros kilómetros son muy parecidos a los 3 primeros de la Carrera del Agua, solo que la Norte contra Sur empieza en Mateo Inurria. Esta parte no es difícil pero tiene mucha subida y bajada, siendo la de Pío XII la más significativa. La cuesta ascendente más larga de esta carrera está en el tramo que va desde la Plaza de República Dominicana, siguiendo por Príncipe de Vergara hasta entrar en Serrano. Tan sólo es medio kilómetro, (desde el kilómetro 3,5 al 4), lo que da una idea de cómo es esta carrera. Esta primera parte de Serrano tiene subidas y bajadas.

La cuesta descendente con mayor pendiente se encuentra justo después de pasar por la glorieta de República Argentina, en el ecuador de la carrera, (kilómetro 5). Justo al terminar esta bajada, tenemos una breve pero fuerte pendiente a la altura de Diego de León, que va a frenar a más de uno, (kilómetro 6). Poco después, como novedad de este año, el recorrido se desvía al puente que hay en Eduardo Dato y que supone un inconveniente, no solo por su pendiente (primero bajando y luego subiendo) sino por los giros que hay que dar en esta parte, (kilómetro 6,5)

El resto de la bajada por Serrano es muy sencillo. Únicamente la vuelta de Cibeles a la Puerta de Alcalá presenta algo de dificultad, (kilómetro 8). No es una subida dura, pero con 8 kilómetros en las piernas seguro que cuesta mucho más. La parte final, desde la Puerta de Alcalá hasta la meta, también es en bajada, por Alfonso XII. Tengo curiosidad por saber como van a organizar la meta porque hay un túnel justo al final, y los laterales de esta calle son un poco estrechos para una meta

Esta carrera tiene 2 partes: La primera mitad con bastantes subidas y bajadas. No es un rompepiernas pero sí que dificulta un poco a la hora de coger un ritmo constante. Creo que no conviene hacer esta parte demasiado deprisa porque puede desgastar mucho. La segunda mitad es mucho más fácil, con un terreno que permite recuperar fuerzas, a pesar de las 3 cuestas ascendentes que tiene.En esta parte se desciende unos 60 metros, de los 92 que se desciende en total. Todavía me cuesta creer que esta carrera esté homologada.

Respecto a cómo la afrontaré, soy realista. Salgo de una lesión, de la que aún no me he recuperado del todo. No es que siga lesionado, pero noto que no estoy al 100%. Me conformo con terminarla sin sufrir y sin pasar demasiado calor. Creo que lo que me va a gustar más de esta carrera son las cañas que me tomaré después con mis amigos ;)

martes, 11 de junio de 2013

Mi carrera contra el tiempo



Hay veces que en nuestro empeño por superarnos nos excedemos. Ni que decir tiene que estos excesos en un deporte se traducen en lesiones. He estado leyendo en varios sitios en internet como afrontar una lesión y hay una cosa básica que todos los métodos tienen en común: El reposo. Por mucho que nos duela, (no físicamente, sino mentalmente), descansar es fundamental.


En mi caso es obvio que no estaré en tan buena forma como en la Carrera del Agua, y que tendré que decir adiós a mis aspiraciones de bajar de tiempo, pero en el fondo no me importa. De todo se aprende. Lo que me ha enseñado esta lesión es a saber cuáles son mis límites. No tiene sentido exigirme como si fuera un profesional. Hay más cosas que mejorar el tiempo, como disfrutar de la carrera. Otra cosa que estoy aprendiendo es a tener paciencia, y eso me gusta. Más o menos estoy siguiendo el método RICE (Reposo, Hielo, Compresión y Elevación), a mi manera:

- Reposo: No he corrido nada desde el 2 de Junio, y prefiero seguir así. No es por miedo a lesionarme, como me pasaba antes. Es porque pienso que ahora mismo es mejor para mi cuerpo descansar que correr. Por otra parte, el reposo es activo. Estoy haciendo bici estática, que la tenía muy abandonada últimamente. Además puedo ver alguna serie de televisión mientras hago ejercicio, como The Big Bang Theory, jejeje. Ayer por primera vez hice andando una hora seguida y, a pesar de que al principio me costaba, hoy me he levantado mejor que ayer, así que me ha sentado bien.

- Hielo: Intento ponerme hielo todos los días. En Youtube vi cómo se puede hacer un bloque de hielo manejable con un envase de yogur, llenándolo de agua, con una cucharrilla dentro y metiéndolo en el congelador. Parece una tontería pero es muy útil y fácil de aplicar en la pierna luego.

- Compresión: He usando durante 3 días una venda por miedo a que las vibraciones al andar me empeorara la lesión. Supongo que ha sido útil hasta cierto punto, pero en el caso de la compresión no creo que sea bueno abusar de ella. Ya llevo 3 días sin usar venda y la lesión va mejor, así que ya no es necesaria.

- Elevación: Bueno, esto lo he sustituido por estiramientos. He estado haciendo los típicos ejercicios de estiramiento que son parecidos a empujar una pared y van bien también. Eso es precisamente lo que me hace dudar si mi lesión era realmente una periostitis. Esos ejercicios son específicos para estirar el sóleo, así que supongo que en este músculo también tenía algo.

Y hay una quinta parte del tratamiento que consiste en los medicamentos. Desde que compré Traumeel el jueves pasado y me lo he aplicado, el dolor ha ido disminuyendo más rápido, aunque sigue siendo de forma lenta. Desde el viernes pasado también estoy tomando Osteoheel. Ambos son productos homeopáticos, por lo que me da más tranquilidad. Hay gente que dice que la homeopatía no funciona, casualmente en mi caso sí que lo está haciendo. Por ejemplo, Traumeel ha funcionado mucho mejor que Voltaren, y eso que Voltaren me ha ido bien salvo esta vez.


Con respecto a la semana pasada, noto que el dolor en la pierna es bastante menor. Hay movimientos con el pie que puedo hacer sin que me duela. Ya no me duele al andar, al menos no permanentemente. Sigo teniendo molestias por eso prefiero ser cauto y no intentar siquiera correr un poquito, aunque sepa que podría hacerlo. Sólo lo haré y con mucho cuidado cuando el dolor haya desaparecido del todo. No quiero tener otra recaída, y menos estando tan cerca la carrera del 23. Soy optimista porque la evolución es favorable, después de pasarme casi 2 semanas con mucho dolor y sin ningún progreso. Está claro que en algunos casos hay que retroceder para poder avanzar ;)


viernes, 7 de junio de 2013

Carrera del Agua


Debería haber escrito esta entrada hace ya unos cuantos días. No lo he hecho antes porque, aunque la carrera me fue bien, me he lesionado. No es ningún drama pero no me hace ninguna gracia tampoco, jeje. En cualquier caso, no voy a ser breve como en todas las crónicas que pienso hacer sobre las carreras.

Días previos

Me hacía ilusión correr esta carrera. Inevitablemente le había estado dando vueltas a lo de mejorar mi tiempo. El recorrido era más fácil que la Madrid Rock'n'Roll y además llevaba más tiempo de rodaje. Incluso había logrado hacer varías veces 10 km en los entrenamientos, y había aumentado la velocidad en algunas sesiones. A pesar de algunos parones por otros compromisos, notaba que llegaba bien. Dejé 3 días de descanso antes de la carrera para estar fresco el día de la carrera.

La recogida del dorsal fue un poco pesada porque fui el viernes a las 17:30 y estuve casi una hora esperando. Seguramente fue mala suerte y nos juntamos muchos en ese momento.Mi amigo Luis fue al día siguiente sobre las 16:00 y no había casi cola. Entiendo que haya gente que se queje, pero en este caso creo que no es culpa de la organización. A no ser que se asigne a cada persona un rango de horas, es inevitable que haya colas. La camiseta me gusta. El dibujo que sale en ella debe tener ya unos años porque es el mismo que sale en el cartel de la edición del año pasado y de la de hace dos.

Todo iba bien hasta que no sé por qué me empezó a doler la tibia derecha el día antes de la carrera. No exactamente la tibia, si no por la parte interna, cerca de la tibia, justo encima del tobillo. Me puse hielo y, como iba bien, no le di mayor importancia. Por la tarde tenía algunas molestias, pero el domingo ya me sentía bien, así que supuse que era algo temporal. No estaba nervioso. No me obsesionaba el bajar de marca. Además iba a correr con Luis y me hacía ilusión no correr solo.


La Carrera

Había quedado con Luis en Plaza de Castilla. A pesar de que el servicio de guardarropa estaba mucho mejor organizado que en la Madrid Rock'n'Roll, como el coche de Luis estaba cerca, se cambió de ropa allí y dejó la ropa de abrigo en el coche. Bueno, me estuve riendo un rato con él porque tenía el dorsal cosido a la espalda. Tampoco debería reírme mucho porque yo pego el dorsal con esparadrapo (no quiero estropear la camiseta con imperdibles, jeje) y, luego, como contaré después, esto me dio algún que otro problema.

Ya nos habíamos colocado para salir unos 10 minutos antes. Había buen ambiente. Quizás se veía que había más nivel entre los corredores, ya que está carrera tiene más de 30 años y es un clásico. La temperatura era buenísima para correr, como unos 10º. Aproximadamente un minuto después de oír el pistoletazo de salida, pasamos por el arco. Luis se queda atrás y, aunque estoy pendiente de que no se quede muy atrás, él me dice que siga adelante. Ya habíamos hablado antes que era mejor que cada uno fuera a su ritmo, así que no había ningún problema.

En el primer kilómetro, en la Plaza de la Madre Molas, a un corredor se le cae su móvil, o lo que sea, que tenía enganchado en el brazo. Se le sale la carcasa y la batería allí mismo, en mitad de otros corredores. Ya lo he comentado más veces pero realmente no entiendo esta manía de ir con dispositivos electrónicos a las carreras. No sólo pienso que te pierdes parte de la carrera prestando atención a pulsaciones, tiempos por km, etc.. sino que, en cualquier momento, te puede pasar una cosa de este tipo. Adiós móvil y adiós carrera. En fin...

En la primera incursión en Paseo de la Habana, veo los globos de 50'. Sin prisa pero sin pausa, intento aproximarme a ellos. Sé que si les alcanzo y los mantengo detrás, me aseguraré de bajar de 50 minutos. No es algo que me obsesione, pero tenía la oportunidad de hacerlo, así que, después de pasar por el Kilómetro 1 y antes de terminar Paseo de la Habana, los adelanto. Luego vienen las cuestas de Pío XII y Alberto Alcocer, y las supero más o menos bien. Después hay un trozo de bajada por Paseo de la Habana donde pude recuperar antes de llegar al Bernabéu donde empieza la subida de 2 kilómetros, del 4 al 6, que transcurre por Padre Damián, Rafael Salgado y la Castellana hasta Plaza de Castilla.

La subida no me pareció dura, o al menos no tan dura como creía que iba a ser. En  la mitad del trayecto de la Castellana estaba el avituallamiento. Por fin sustituyeron las famosas bolsas de agua por botellas de agua del Canal de Isabel II, (Luis y yo lo habíamos visto antes de la carrera, cuando estuvimos buscando su coche). No tenía pensado coger agua pero por si acaso se me hacía duro lo que me quedaba de la Castellana, cogí una botella, bebí un traguito y me eché un poco en la cabeza. Este dato es importante, ya lo veréis, jejeje. Tiré la botella medio llena en el contenedor, y casi me choco con otro corredor. Fue culpa mía, y le pedí disculpas, y él amablemente me dijo que no pasaba nada. Ojalá todo el mundo fuera así, porque he visto gente que empuja (sobre todo en la San Silvestre) y encima te mira mal.

Al rodear Plaza de Castilla soy consciente de que me quedan 6 kilómetros y que quizás no vaya tan bien como pensaba. Afortunadamente, esta parte es más bajada que otra cosa e intento regular para llegar bien al final. Hay un tramo de Bravo Murillo, creo que antes del Kilómetro 7, que me parece el trozo con más pendiente de bajada. Allí cojo mucha velocidad, creo que demasiada, inconscientemente. De hecho, empiezo a notar que quizás no estoy pisando bien con la pierna derecha, e intento bajar la velocidad. Este dato también es importante, por desgracia

Cuando llego al Kilómetro 8 veo que el dorsal se me está empezando a despegar. No me di cuenta que, al echarme agua en la cabeza en el avituallamiento, parte del agua se me cayó en la parte delantera de la camiseta mojando el dorsal y el esparadrapo. Primero intento pegármelo con las manos, pero cada vez se me está despegando más. Así que a partir del Kilómetro 9 más o menos, me arranco el dorsal y lo llevo en la mano para asegurarme de no perderlo. En el dorsal está el chip que cuenta el tiempo.

El último kilómetro se me empieza a hacer largo porque ya voy muy justo. No voy del todo mal porque, aunque hay gente que me adelanta, también hay gente a la que adelanto, y hay más o menos un grupo que va a la misma velocidad que yo. En la entrada a las instalaciones del Club deportivo del Canal Isabel II, corro por la parte de la izquierda, aunque sea la del exterior porque tengo la sensación de que el suelo allí está más blando. Tal como había leído en los foros, esta parte se hace larga, y es totalmente cierto.

Cuando salimos de las instalaciones veo la meta y que no queda ya nada. El marcador muestra 48 minutos y unos pocos segundos. Estoy contento porque me parece buen tiempo, Intento ponerme otra vez el dorsal, aunque sea sujetándolo con los dedos, y entro así en la meta. Pensé que iban a colgar el vídeo en Corriendo Voy pero no lo han puesto y no creo que lo hagan. Es una pena. Una vez terminada la carrera, recojo el agua y el Powerade y la naranja, mientras espero a Luis sentado en la meta. Como tenemos Whatsapp es mucho más fácil. Luis llega en el minuto 55, lo cual es un tiempazo, teniendo en cuenta que no ha entrenado mucho y que era su segunda carrera, (en la primera, hace 2 años en Madrid correr por Madrid, había hecho un poco más de 1 hora).

Al final, los tiempos fueron los siguientes: Tiempo oficial 48'16", tiempo neto 46'59". También he visto que en la segunda parte de la carrera la hice en menos tiempo que la primera, (al contrario que la mayoría), lo cual quiere decir que gestioné bien las fuerzas, a pesar de llegar muy justo.



Después cogemos el Metro para ir a Plaza de Castilla a recoger el coche de Luis y tomarnos algo. Quedamos con otro amigo nuestro y le estuvimos enviando whatsapps a Miguel, pichándole por no haber corrido esta carrera. Para Miguel, la Carrera del Agua es muy dura y prefiere correr otras más asequibles como la de Norte contra Sur, jejeje.

Reflexiones (y lesiones)

Me gustó mucho la Carrera del Agua, tanto que seguro que repito el año que viene, aunque espero que para entonces sea en Marzo, y así poder correr la Liberty también. El tiempo que hice es muy bueno para ser yo. Hace unos años me habría parecido prácticamente imposible. Pero todo tiene un precio y creo que la lesión que tengo ahora es consecuencia de ir por encima de mis posibilidades. Y me da rabia porque era algo en lo que no quería caer. Si la lesión fuera por otra causa, no le daría tanta importancia, pero sé que ha sido culpa mía por fliparme.

Cuando terminé la Carrera del Agua y, viendo el tiempo que había hecho, ya estaba pensando en la Norte contra Sur, y en bajar de tiempo. El problema es que quise volver a los entrenamientos muy pronto y la lesión ha venido probablemente por eso, aparte de que estoy seguro que ir tan deprisa en esa bajada justo antes del Kilómetro 7 de la Carrera del Agua también me pasó factura. Los primeros días no lo noté porque tenía un poco de agujetas, pero ya el martes de la semana pasada salí a correr y empecé a notar los dolores el día después. Y el domingo pasado volví a intentarlo porque ya me dolía menos y he tenido otra recaída.

El caso es que hay veces que me duele bastante más que antes y otras en que no me duele casi, o eso creo, porque uno ya se obsesiona y no sabe, jeje. Al principio pensé que podría ser periostitis pero no tengo los famosos bultitos, aparte de que no me duele exactamente en la tibia sino en el músculo que hay debajo. Debería ir al médico, pero también sé que me va a decir que haga reposo. Me preocupa porque a veces me duele al andar, o cuando llevo andando un rato, y eso antes no me pasaba, a pesar de que ya llevo 5 días sin correr. Tendré que tener paciencia. Lo que no sé es si llegaré a la Carrera Norte contra Sur. Es una pena porque también la iban a correr Miguel y Luis, y no tengo tan claro que pueda participar. El verano me vendrá bien para descansar, y si sigo mal, tendré que ir al médico.

Actualizo la entrada para decir cómo me encuentro ahora (sábado 8). La lesión ha mejorado mucho. La combinación reposo, hielo, traumeel y osteoheel funciona bien. Bueno, lo de reposo es relativo porque hago bici estática que me está sentando muy bien, y además es un ejercicio que me gusta mucho. Voy a seguir haciendo esto hasta el día 23 para llegar a la carrera de Norte contra Sur, y me la voy a tomar con mucha calma.

Lo que tengo muy claro es que, a partir de ahora, tengo que tomarme las carreras populares de otra manera. No soy un atleta de élite, bastante tengo con poder correr después de tener las dos rodillas operadas. No tiene sentido intentar bajar permanentemente de tiempo. Y además hay otro dato. Me lo pasé mejor en la Rock'n'Roll Madrid porque disfruté más de la carrera. Lo que no quita que la Carrera del Agua me ha gustado mucho también.